Algunas personas comparten con otras personas su costado más íntimo con total soltura y fluidez. Pueden abrirse a los demás expresando sus pensamientos y sentimientos sin limitaciones a cualquier persona que esté dispuesta a escucharlos.
Manifiestan sus emociones y sentimientos con elcorazón en la mano. Por otro lado, estamos nosotros, a los que nos resulta más difícil bajar la guardia y mostrar nuestra vulnerabilidad a los demás.
La definición misma de la palabra “vulnerabilidad” suena aterradora. Si buscas la palabra en el diccionario la define como el estado de ser susceptible al daño físico o emocional.
¿Quién podría quedarse satisfecho con esa definición? Sin embargo, la vulnerabilidad emocional puede ser un rasgo positivo.
Cuando se trata de encontrar el amor, la vulnerabilidad es esencial. Es natural que seas cauteloso en lo que respecta a temas del corazón, especialmente si ya has sufrido por otra ruptura.
Las paredes que construimos nos mantienen a salvo, pero también nos mantienen alejados de muchas cosas buenas.
Si no somos capaces de mostrar vulnerabilidad y bajar la guardia, siempre estaremos buscando nuestra intimidad más profunda en relaciones estables y duraderas.
¿Estás preparado para derribar tus paredes y abrir tu corazón? A continuación te presentamos seis mantras para recitar cuando quieras alentar a tu perfil más vulnerable:
“Merezco amor”
Si los muros que has construido para proteger tu corazón son muy fuertes, es probable que alguna parte de ti no se sienta digna de merecer el amor.
Siempre mantienes la guardia alta, con miedo a mostrar tu verdadero yo porque no crees que eres una persona adorable.
Pon en práctica la autocompasión y trabaja para aumentar tu autoestima. Te mereces tanto amor como cualquier otra persona.
“Hay alguien por ahí digno de mi amor”
No pienses de antemano lo peor de las personas. Claro, te han lastimado antes, pero no puedes juzgar a los demás por las acciones de un individuo.
Mantente abierto a la posibilidad de que el verdadero amor esté ahí afuera. Una vez que conozcas a la persona adecuada, te tratarán como mereces ser tratado.
“Está bien compartir mis sentimientos”
Cuando estás protegido, no es fácil compartir tus sentimientos con los demás. Lo guardas todo porque tienes miedo de decir tu verdad.
Intenta abrirte a alguien en quien confíes, como un amigo, familiar o asesor para que pueda darte cuenta de que es muy seguro y saludable poder expresarse libremente y sin tapujos.
En una relación, está bien hablar sobre tu vulnerabilidad. Hazle saber a tu pareja tus miedos y dudas.
“El rechazo no es un reflejo de mi valía”
En algún momento, casi todos somos rechazados. El rechazo de un amor duele. Parece imposible no tomarlo como algo personal, pero si las cosas no funcionan, eso no significa que sea tu culpa.
Hay otras personas y circunstancias en juego. A veces es una cuestión de química, a veces se trata de tiempo.
De cualquier manera, es parte de la vida. Puede darte temor enfrentar la situación, pero recuerda que sobrevivirás.
“No me alejaré de esta incomodidad”
Para algunos, esa sensación de vulnerabilidad es suficiente para que pierdas el control.
Puede ser incómodo sentirse expuesto e indefenso, pero huir de los sentimientos que no nos gustan puede significar perder lo que podríamos disfrutar si fuésemos capaces de aguantar más tiempo.
Si sientes que tus paredes se están derrumbando, intenta resistir. Esfuérzate por salir de tu zona de confort y enfrentar tus miedos.
“La vulnerabilidad es un riesgo que vale la pena correr”
El miedo al juicio y al rechazo es aterrador. Sin embargo, la vulnerabilidad en una relación nos permite cultivar una cercanía especial.
Es un riesgo derribar tus muros, pero la recompensa puede ser tan gratificante. Cuando eres vulnerable, muestras tu ser más auténtico, abierto y emocional.
Son partes que puedes optar por mantener ocultas la mayor parte del tiempo, sin embargo en el momento que te permitas abrirte a las personas más cercanas a tu corazón e intimidad, es lo único que realmente sentirás que importa.